El turismo en Puerto Cabello espera su hora

enero 08, 2016


Puerto Cabello  puede ser una joya para el turismo, orgullo de Carabobo y de toda Venezuela. Cuando personas con verdadero amor por nuestro suelo tengan la oportunidad de dirigir las riendas del país, deseamos que apuesten por primera vez al turismo como una  contundente fuente de desarrollo para los venezolanos. No queremos un turismo vacío y mercantilista, queremos un turismo que salga del orgullo y el amor profundo que sentimos los venezolanos por nuestra geografía y nuestra gente.


Al llegar la hora del turismo, cada región aportará sus bondades a un plan moderno y amplio que impulse a Venezuela al mercado turístico internacional. Ciudades, pueblos y Parques Nacionales esperan en calma que alguien los mire con otros ojos. Tal es el caso de Puerto Cabello.

El puerto marítimo más importante de Venezuela no solo cuenta con una ubicación privilegiada, en el centro del país, tiene además diversos lugares que cualquier turista del mundo desearía conocer. Paraísos, miserias, descuidos y sueños pendientes envuelven a Puerto Cabello en la actualidad.

Isla Larga


El destino principal de Puerto Cabello, aguas tranquilas y cristalinas,  paisajes caribeños de gran belleza y un acceso más que sencillo, hacen de esta isla un lugar perfecto para visitar. Solo hace falta navegar cerca de 10 minutos en peñero para visitarla, ya sea saliendo desde Quizandal, Playa Blanca o Gañango.



Muchedumbres la visitan, afortunadamente se mantiene limpia y cuidada gracias al trabajo de Inparques, ya que la isla está bajo el amparo del Parque Nacional San Esteban. Hay que mejorar el sistema para que los temporadistas viajen a la isla, la cooperativa que funciona en Quizandal brinda una opción económica, pero colapsa los fines de semana y en temporada alta, hasta horas de cola puede hacer cualquier viajero bajo el sol para poder llegar al muelle y embarcarse.

El casco histórico y el malecón


Juntos pueden ser el epicentro comercial y turístico de Puerto Cabello, el casco histórico ha sido atendido y hoy en día luce limpio, resaltando su valor histórico y colonial. Hay posadas de renombre, pero hacen falta más opciones para el visitante, galerías, cafés y restaurantes tendrían un espacio perfecto para funcionar.




El malecón es parada obligada, para detenerse y mirar al mar en el atardecer. Es amplio y perfecto para caminar, tomar fotos, disfrutar de un helado y apreciar cualquier manifestación artística que pudiera expresarse en ese lugar. 



A un lado se encuentra Playa Blanca, con no muy buena fama, pero que porteños se esfuerzan por recuperar y ocupar con actividades recreativas y valiosas para el turismo, como  el kayak y es Stand Up Paddle, ambas actividades son altamente recomendadas.

La Bahía de Patanemo


La gran playa de Puerto Cabello,  abrazada por el calor humano de la gente de Patanemo, gente de Caribe, felices y chéveres. La playa es  amplia, muy amplia, como su oferta de lugares para comerse con gusto a los sabores de la costa: empanadas, tostones, pescado frito con ensalada y muchas cosas más. La playa es de oleaje generalmente fuerte, pero agradable para bañarse en sus arenas muy suaves.




Patanemo, junto a la laguna La Bocaina, ofrecen un atractivo imprescindible para la visita, es un lugar que merece mayor atención, con énfasis en su gente, es un pueblo noble que se hace querer con facilidad. Patanemo está lista para albergar a más posadas y restaurantes, anfitriones de gran calidad no faltarán.

Fortín Solano


Todo el mundo celebró la recuperación de esta importantísima edificación, abandonada por muchos años, muestra simbólica del potencial turístico de Puerto Cabello. Visitar este lugar es una obligación, no solo por su emblemático valor histórico, se trata también del mejor mirador de la ciudad. 






 El trabajo realizado en el Fortín Solano es un ejemplo a seguir, es posible repensar a Puerto Cabello, enaltecer su valor para que muchas personas lo aprecien y valoren. Miles de turistas del mundo entero se tomarías fotos desde los muros de esta construcción.

Ensenada de Yapascua


Es el paraíso terrenal de Carabobo, y es, junto a Isla Larga, de las mejores playas de la costa carabobeña. Pero la diferencian varias cosas: Yapascua no es tan conocida ni visitada, mantiene su encanto solitario, sin muchedumbres ni alboroto. Es un destino para gente que ama la naturaleza, el silencio y la paz. 




Esperemos que siempre se mantenga así y que nadie se atreva nunca  a perturbar ese espíritu paradisíaco que rodea a Yapascua, sin construcciones ni toldos, ni sillas, ni nada. Es una playa totalmente fuera de lo común y en eso se centra su valor, sumado a la envidiable temperatura cálida de sus aguas y su insólita bioluminiscencia por las noches.

Gañango, la deuda pendiente


Gañango merece una realidad mejor, es doloroso observar la pobreza y el descontrol que rodea a este lugar, con todo el potencial para convertirse en un pueblo perfectamente turístico, al mejor estilo de Choroní. La playa de Gañango, bella por naturaleza,  llora de indolencia cuando cada fin de semana es abarrotada por carros y motos, música a todo volumen y descontrol total. No cuesta nada soñar con un boulevard amplio y amable, con fuentes, jardines,  restaurantes y murales con obras de “Niño Bonito”, el pintor colorido de Patanemo. El turismo puede cambiar la realidad de Gañango y su gente, es una transformación urgente, una deuda moral y emocional para cualquiera que sienta algo de afecto por Puerto Cabello.



Un sueño posible

Todos estos lugares son apenas una muestra de la realidad de Puerto Cabello y su potencial, el sueño de verlo convertido en un destino turístico de altura es un  anhelo recurrente para mucha gente, un sueño posible, real y tangible. Hay pueblos llenos del sabor de los tambores que todos queremos visitar sin miedo a la inseguridad, ni hablar de las montañas del Parque Nacional San Esteban y su imborrable huella de la historia. Inparques tiene planes a abrir una ruta hasta la cumbre más alta, ojalá también podamos cruzar por la montaña desde Valencia hasta la costa, como lo hicieron los españoles hace mucho tiempo.  Mientras llega la hora del turismo, podemos visitar y querer a Puerto Cabello, aprovechar que por ahora es solo para nosotros los venezolanos. Por ahora. 

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